LA TEORÍA DEL CAOS.
La teoría de las estructuras disipativas, conocida también como "teoría del caos", tiene como principal representante al químico belga Ilya Prigogine, y plantea que el mundo no sigue estrictamente el modelo del reloj, previsible y determinado, sino que tiene aspectos caóticos. El observador no es quien crea la inestabilidad o la imprevisibilidad con su ignorancia: ellas existen de por sí, y un ejemplo típico el clima. Los procesos de la realidad dependen de un enorme conjunto de
circunstancias inciertas, que determinan por ejemplo que cualquier pequeña variación en un punto del planeta, genere en los próximos días o semanas un efecto considerable en el otro extremo de la tierra. La idea de "caos" en la psicología y en el lenguaje.
Examinemos
ahora con mayor detenimiento el punto de vista de la teoría del caos que, en lo
esencial, sostiene que la realidad es una "mezcla" de desorden y
orden, y que el universo funciona de tal modo que del caos nacen nuevas
estructuras, llamadas estructuras "disipativas". Tengamos presente
que la teoría del caos no se opone radicalmente a la teoría determinista, en el
sentido de proponer que sólo existe el caos y el azar. Si esto fuera así sería
imposible cualquier intento de hacer ciencia, salvo que esta consistiera en
inventar algún orden artificial en los fenómenos. La teoría del caos propone
para el universo un ciclo de orden, desorden, orden, etc., de forma tal que uno
lleva al otro y así sucesivamente tal vez en forma indefinida. En relación con
las ideas de orden y caos, en principio y más allá de las respuestas de
Prigogine, pueden plantearse varios interrogantes, entre los que pueden
mencionarse los siguientes:
a) ¿Por
qué en el universo hay orden en vez de caos?
b) ¿Por
qué en el universo hay caos en vez de orden?
c)
¿Hay un orden oculto tras el caos aparente?
d)
¿Hay un caos oculto tras el aparente orden?
e)
¿Cómo del orden se pasa al caos?
f)
¿Cómo del caos se pasa al orden?
¿Qué
clase de interrogantes busca responder la teoría del caos? Los dos primeros seguramente
no, porque, a pesar de su denominación, la teoría del caos sostiene que en el
universo impera tanto el caos como el orden. Por lo demás, se trata de preguntas
más filosóficas que científicas, en la medida en que pertenecen a la misma
familia de preguntas del tipo ¿por qué la realidad existe en vez de no existir?
Las
dos preguntas siguientes no revisten una importancia nuclear dentro de la teoría
del caos, pero sí las dos últimas. Para la teoría del caos, los procesos de la realidad
atraviesan etapas de caos y etapas de orden, y busca no solamente realizar
descripciones detalladas del estado caótico y del estado de orden, sino también
y sobre todo establecer bajo qué condiciones se pasa de uno a otro.
Para
empezar a comprender este punto de vista, podemos guiarnos a través del esquema
adjunto. En él figuran circuitos circulares, es decir, circuitos que empiezan y
terminan en sí mismos, y que por ello a veces reciben también el nombre de
“bucles”. Puesto que se trata de procesos circulares, podemos empezar a
describirlos a partir de cualquier punto elegido arbitrariamente, por ejemplo,
a partir de A (estado de equilibrio).
Aclaremos
en qué consiste este estado de equilibrio, porque la termodinámica, al asociar
el equilibrio con el desorden y el caos, nos induce fácilmente a confundirnos,
toda vez que en la vida cotidiana en realidad asociamos equilibrio con orden.
La física se ha manejado tradicionalmente con un principio filosófico bastante simple: "lo que es, sigue siendo, mientras no haya motivos para que deje de ser lo que es". De aquí la importancia de los principios físicos de conservación (de conservación de la cantidad de movimiento, de conservación de la masa, de conservación de la energía, etc).
Más
concretamente y en nuestro caso, se considera que un sistema tiende a permanecer
en equilibrio si no hay ningún agente desequilibrante, y aún, cuando lo haya,
el sistema evolucionará espontáneamente de nuevo hacia el estado de equilibrio.
Hemos dicho que la teoría del caos, a
pesar de su denominación, no concibe la realidad como puro azar, sino como una
mezcla de azar y determinismo, de manera que tiene algunos aspectos predecibles
y otros no. En todo caso, debido a la incidencia del azar, las predicciones que
se hagan sobre futuros acontecimientos sólo pueden ser probabilísticas.
Buena
parte de las teorías psicológicas, y entre ellas, el psicoanálisis, tomaron como
base las teorías puramente deterministas. Aquí vamos a examinar cómo es posible
encarar el comportamiento humano, o cómo es posible explicar el funcionamiento
del psiquismo, sobre la base del nuevo marco teórico que nos ha suministrado en
este siglo la teoría del caos. Intentaremos comprender, en una palabra, como es
posible concebir lo psíquico como una mezcla de azar y determinación.
Consideraremos
para ello el esquema adjunto, que a grandes rasgos ya habíamos explicado en
nuestro número anterior, pero que aquí sintetizaremos para refrescar nuestros
conocimientos y ponernos en clima.
El
esquema viene a resumir muy simplificadamnte la teoría del caos, y muestra en
primer lugar que los procesos de la realidad (incluida la realidad psíquica)
son circulares, es decir, forman “bucles” o circuitos cerrados de
retroalimentación.
Para
explicarlos se puede entonces comenzar desde cualquier punto del proceso, supongamos
A. Se parte de un estado de equilibrio: este estado se rompe porque el sistema
recibe alguna influencia externa bajo la forma de energía o información, con lo
cual pasa a un estado de desequilibrio. La experiencia revela que este estado
de desequilibrio no puede sostenerse por mucho tiempo, y que pronto intentará
un reequilibramiento, que puede seguir dos rutas alternativas a partir de un
punto de bifurcación: o bien retorna al equilibrio original (de C pasa a A), o
bien procura pasar a un equilibrio superior, más complejo y más sofisticado,
denominado por Prigogine estructura disipativa (pasaje de C a D).
La
primera posibilidad se lleva a cabo mediante un mecanismo de retroalimentación
negativa, compensador o neutralizador de las desviaciones, y por ello el
sistema vuelve a su estado inicial. La segunda posibilidad tiene lugar mediante
un mecanismo de retroalimentacipón positiva, amplificador de las desviaciones y
por ello el sistema es conducido a una situación tal que se desestructura y se
reconfigura en una nueva estructura, distinta de la anterior y, como dijimos,
más compleja. Mientras la primera posibilidad nos sugiere un proceso reversible
(pues vuelve al mismo punto de partida), la segunda nos sugiere un proceso
irreversible, desde que no implica volver al punto de partida sino continuar
para adelante a través de la construcción de más y más estructuras cada vez de
mayor complejidad, impredecibles todas ellas.
Bibliografía.
Watzlawick
P, Beavin J y Jackson D, "Teoría de la comunicación humana".
Sorman
Guy, Los verdaderos pensadores del siglo XX.
La
dinámica es la parte de la física que estudia el movimiento de los cuerpos en
relación con las causas que los producen. Abarca la dinámica de los sólidos, la
dinámica de los líquidos (hidrodinámica) y la dinámica de los gases. Estas dos últimas
partes se llaman, en conjunto, dinámica de los fluidos.

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