CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONALIDAD MANIPULADORA.
CARACTERÍSTICAS
DE UNA PERSONALIDAD MANIPULADORA
(TRASTORNO Y RASGOS HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD).
No es fácil delimitar a un área en específico la
personalidad manipuladora, ya que está se encuentra en diferentes trastornos, síndromes y
enfermedades, en el presente la gente tiende a etiquetar a ciertas actitudes
como manipuladoras, pero por falta de conocimiento y por qué en la actualidad a
algunas palabras se les da un significado diferente al de su verdadera
etimología, por eso a continuación presentaré las características de una
personalidad manipuladora, en el trastorno histriónico.
Para comenzar, ¿Qué es el trastorno histriónico? Según el
DSM-IV, cuando hablamos de una persona con un trastorno histriónico o con
rasgos histriónicos, esté o está tiende a tener un patrón general de excesiva
emotividad, una búsqueda insaciable de atención, que empiezan en el umbral de
la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o
más) de los siguientes ítems:
No se encuentran cómodos en las situaciones
en las que no son el centro de atención.
- La comunicación con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador.
- Denotan una expresión emocional superficial y rápidamente volátil.
- Utilizan permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismos.
- Tienen una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices.
- Manifiestan autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional.
- Son sugestionables, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás, por los medios y por las circunstancias.
- Consideran sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.
A las personas manipuladoras las encontramos
en distintas circunstancias de nuestras vidas. Se encuentran en nuestra vida
cotidiana, en nuestro trabajo, jefes o compañeros de oficina, en nuestras
amistades y sobre todo en nuestra familia. Y
aunque no es fácil distinguir una personalidad manipuladora, la mayoría de
nosotros hemos sentido y vivenciado estás relaciones que nos confunden
profundamente, porque no estamos seguros que está sucediendo. Nos sentimos
culpables pero al mismo tiempo víctimas. Es entonces cuando comienza un círculo
vicioso donde muchas veces hemos sido heridos o dañados por una persona
manipuladora, hacemos un gran esfuerzo por mantenernos alejados, pero a la vez
nos sentimos incómodos por la presión y volvemos a intentarlo, volvemos a
depositar la confianza pero con 0% de resultados positivos. Relacionarnos con personas manipuladoras nos
puede conducir a tomar malas decisiones, y sentirnos muy confundidos e
inseguros sobre nosotros mismos.
Ahora sabemos el concepto de histriónico, a continuación
expondré las características de una persona manipuladora.
Personalidad
de agresiva encubierta.
Hay dos tipos prototipos de agresión: la agresión directa
y la agresión encubierta. Cuando usted está decidido para obtener algo y es
abierto, directo y es evidente en la forma en que se confronta a ciertas situaciones,
su comportamiento es etiquetado como abiertamente agresivo. Cuando usted “debe
ganar, dominar o controlar”, pero en forma sutil, secreta o bastante engañosa
para esconder sus verdaderas intenciones, su comportamiento es etiquetado como
encubiertamente agresivo. Ahora, evitar cualquier demostración abierta de la
agresión e intimidar simultáneamente a otros para obtener lo que usted desea,
es una maniobra poderosamente manipuladora. Por eso la agresión encubierta es
el vehículo para la manipulación interpersonal que se usa más consecutivamente.

El
proceso de Victimización.
Mucho tiempo, me cuestioné ¿por qué las víctimas de
manipulación les cuesta tanto ver lo que sucede en interacciones manipuladoras?
Al principio, estuve tentada de criticarlos. Pero he aprendido que son
engañados por algunas muy buenas razones que son las siguientes:
La agresión de un manipulador no es notoria,
es silenciosa y sutil. Nuestra intuición, nuestros sentidos nos hacen percibir
que ellos luchan por algo, luchan por vencernos, obtener poder, o hacer las
cosas a su manera, y nos encontramos inconscientemente a la defensiva. Es entonces
cuando nos preguntamos ¿por qué no podemos señalar pruebas objetivas de que nos
atacan?, no podemos validar fácilmente nuestros sentimientos.
Las tácticas usadas por los manipuladores,
son actitudes en las que el manipulador puede hacer parecer que está dolido, (diciendo
que se preocupa) defendiéndose, y hace de todo menos pelear (aparentemente).
Está táctica es difícil de reconocer, simplemente como estrategia inteligente.
Ellos o ellas siempre hacen lo suficiente para que la persona dude de su
comprensión lógica, natural e intuitiva de que está siendo víctima de abuso o
toma de ventajas. Además, la táctica no sólo dificulta que consciente y
objetivamente vea que un manipulador lucha, sino que simultáneamente se
mantienen a la defensiva. Estos rasgos son armas psicológicas muy eficaces a
las que cualquiera puede ser vulnerable. Es difícil pensar con claridad cuando alguien
lo somete emocionalmente.
Todos
sin excepción tenemos debilidades e inseguridades que un manipulador
inteligente podría explotar. A veces, somos conscientes de estas debilidades y
de cómo alguien podría usarlos para aprovecharse de nosotros. Por ejemplo, oímos
que padres dicen cosas como: "sí, sé que tengo un botón de culpa bien
grande." Pero cuando su niño manipulador empuja vigorosamente aquel botón,
ellos pueden olvidar fácilmente lo que realmente sucede. Además, a veces somos
inconscientes de nuestras vulnerabilidades más grandes. Los manipuladores a
menudo ven y analizan patrones en las personas que son
fácilmente y lo utilizan a su favor. Ellos saben qué botones presionar, cuando
y con qué fuerza. Nuestra carencia del conocimiento de nosotros mismos nos pone
en una situación de desventaja para ser explotados.
Lo que nuestra intuición nos dice cómo es un
manipulador, desafía todo que hemos aprendido y nos han enseñado a creer sobre
la naturaleza humana. Hemos sido inundados de una ideología que nos tiene
viendo a todos, al menos hasta algún grado, como miedosos, inseguros o
"colgados". De este modo, mientras nuestro instinto nos dice que
tratamos con un manipulador despiadado, nuestra lógica nos dice que ellos realmente
deben ser personas asustadas o heridas "por dentro". Lo que es peor,
la mayor parte de nosotros generalmente odia pensar en sí mismo como gente
insensible y cruel. Vacilamos en hacer juicios duros o aparentemente negativos
sobre otros. Queremos darles el beneficio de la duda y asumir que ellos
realmente no abrigan las intenciones malévolas que sospechamos. Tenemos más
tendencias a dudar y culparnos por atrevernos a creer que, nuestro instinto nos
dice algo negativo sobre el carácter de nuestro manipulador.
Mientras, desde cierta perspectiva podríamos decir que
alguien con este comportamiento defiende su ego de cualquier sentido de
vergüenza o culpa, es importante darse cuenta que al tiempo que el agresor
expone estos comportamientos, él no está principalmente defendiendo, sino que
pelea para mantener una posición(es decir intenta impedir que ocurra algún
acontecimiento internamente doloroso), ganar poder y quitar cualquier obstáculo
(tanto interno como externo) en el camino de obtener lo que él o ella quiere.
Ver al agresor a la defensiva en cualquier sentido es una
trampa para victimizar.
El reconocimiento de que ellos están principalmente a la
defensiva, prepara mentalmente a una persona para la acción decisiva que deben
tomar a fin de evitar ser humillados.
Por lo tanto, creemos que lo mejor es comprender muchos
de los comportamientos mentales (no importa cuán "automáticos" o
"inconscientes" pueden parecer) que, a menudo observamos como mecanismos
de defensa, como procedimientos de poder ofensivas, porque las personalidades
agresivas los emplean principalmente para manipular, controlar y conseguir el
dominio sobre otros, no importa si es sutil o explosiva, son para un mismo fin.
Más que tratar de prevenir que suceda algo emocionalmente
doloroso o terrible, cualquiera que use estas tácticas está tratando
principalmente de asegurar algo que ellos quieren que suceda.
Negación.
Esto es cuando el agresor rechaza confesar que ellos han
hecho algo dañino o hiriente cuando claramente lo hicieron. Es una manera de
mentir (a ellos, así como a otros) sobre sus intenciones agresivas. Esta
táctica del "¿Quién?... ¿Yo? U otras palabras" en las que pasa a "jugar al inocente", e
invita a la víctima a sentirse injustificada al encarar al agresor sobre su
comportamiento inadecuado. Esta es también la forma en que el agresor se da el
permiso de tener la razón en hacer lo que ellos quieren hacer. Esta negación no
es de la misma clase de la negación de una persona que acaba de perder a un ser
amado (duelo), y que no puede aceptar completamente el dolor y la realidad de
la pérdida. Aquel tipo de negación es principalmente una "defensa"
contra una ansiedad y daño insoportable. Entonces, la negación anterior no es
principalmente una "defensa", sino que una maniobra que usa el
agresor para conseguir que otros se echen para atrás, descolgarse o sentirse tal
vez hasta culpable por insinuar que él o ella hace algo incorrecto.
Falta
de atención Selectiva.
Este método es
similar y a veces confundida con la negación. Ocurre cuando el agresor
"juega al tonto", o actúa como olvidadizo. Al usar esta táctica el agresor
activamente no hace caso de las advertencias, súplicas o deseos de otros, y en
general, rechaza prestar atención a todo lo que podría distraerlo de perseguir
sus propios objetivos. A menudo, el agresor sabe muy bien lo que usted quiere
de él cuándo comienza a exponer este comportamiento de "¡no quiero
oírlo!". Usando esta táctica, el agresor se activa y se resiste a las
tareas de prestar atención.

Racionalización.
Una racionalización es la excusa que un agresor trata de
ofrecer para involucrarse en un comportamiento inadecuado o dañino. Ésta puede
ser una táctica eficaz, sobre todo cuando la explicación o justificación del
agresor tiene el suficiente sentido como para que cualquier persona
razonablemente consciente la compre totalmente. Es una método poderoso, porque
no sólo sirve para quitar cualquier resistencia interna que el agresor podría
tener sobre hacer lo que él quiere hacer (calmando cualquier náusea de la
conciencia) sino que también le saca a otros de encima. Si el agresor puede
convencerle que lo que hace es justificado, entonces él queda más libre para
perseguir sus objetivos sin interferencias.
Desviación.
Un objetivo móvil es difícil de golpear. Cuando tratamos
de sujetar a un manipulador o tratamos de tener una discusión enfocada en una
sola cuestión o comportamiento que no nos gusta, él es el experto en saber cómo
cambiar el tema, esquivar la cuestión o de algún modo nos lanzan una curva o
trata de justificar sus actos y al mismo tiempo se desvía de lo evidente. Los
manipuladores usan distracción y técnicas de desviación para mantener el foco
lejos de su comportamiento, alejarnos de la pista, y quedar libre para sus
propios fines egoístas y ocultos.
Mentira.
Es a menudo difícil saber cuándo una persona miente,
mientras lo hace. Por suerte, hay momentos en que la verdad sale a flote porque
las circunstancias no confirman la historia de alguien. Pero también hay
momentos cuando usted no sabe que ha sido engañado hasta que es demasiado
tarde. Un modo de minimizar las posibilidades de que alguien lo humille es
recordar que las personalidades
agresivas de todos los tipos generalmente no se detendrán ante nada para
conseguir lo que ellos quieren, usted puede esperar que ellos mientan y hagan
trampas.
Otra cosa a recordar es que los manipuladores siendo personalidades encubiertas agresivas, son
propensos a mentir de modos sutiles y encubiertos, haciendo parecer ante otros
(fuera de la víctima) que es una buena persona, alguien noble en quién confiar,
buen amigo, buena amiga, leal, incapaz de hacer o ejercer una agresión ya sea
física o emocional, encubierta o directa. Los tribunales están bien conscientes
de las muchas formas en que la gente miente, aun cuando ellos requieren en los
juramentos de tribunal que los testigos digan "la verdad, sólo la verdad,
y nada más que la verdad". Los manipuladores a menudo mienten reteniendo
una cantidad significativa de la verdad o deformándola. Son expertos en ser
vagos cuando usted les hace preguntas directas. Es un modo hábil de mentir por
omisión. Tenga esto en mente cuando trate con un sospechoso de “ser lobo
vestido de oveja.”

Intimidación
Encubierta.
Los Agresores con frecuencia amenazan a sus víctimas, los
mantienen ansiosos, aprensivos y en una posición baja. Los agresivos
encubiertos intimidan a sus víctimas haciendo veladas (sutil, indirectas e
implícitas) amenazas. Causan culpa y vergüenza son dos de las armas favoritas
de los agresivos encubiertos. Ambas son tácticas especiales de intimidación.
Crear
culpa.
Una cosa que las personalidades agresivas saben bien es
que, otros tipos de personas tienen conciencias e ideologías muy diferentes a
las de ellos. Los manipuladores son a menudo expertos en utilizar la mayor
conciencia de sus víctimas para mantenerlos en la duda de sí mismos, ansiosos y
sumisos. A más conciencia tiene la víctima potencial, la culpa es más eficaz
como arma.
Las personalidades agresivas de todos los tipos usan la
creación de culpa como táctica manipuladora en forma tan frecuente y con tanta
eficacia, que demuestra cuán diferentes esencialmente de carácter son al compararlos con otras
personalidades (sobre todo neurótica). Todo lo que un manipulador tiene que
hacer es sugerir a la persona consciente que ellos no se preocupan bastante,
son demasiado egoístas, etc. Y aquella persona inmediatamente comenzará a
sentirse mal. Por el contrario, una persona consciente podría intentar que un
manipulador (o cualquier otra personalidad agresiva) se sienta mal por su
comportamiento hiriente, reconocer su responsabilidad, o admitir la maldad, sin
lograr absolutamente nada.

Avergonzar.
Este es la técnica de usar sarcasmo sutil y observaciones
ofensivas como un medio de miedo creciente y duda de sí mismo en otros. Los
agresivos encubiertos usan esta táctica para hacer que otros se sientan
inadecuados o indignos, y por lo tanto, sean diferente con ellos. Esto es un
modo eficaz de crear un sentido continúo de carencia personal en la parte más
débil, permitiendo así a un agresor mantener una posición de dominio.
Desempeñar
el Papel de Víctima.
Esta táctica implica
retratarse como una víctima inocente de circunstancias o comportamiento de
alguien más a fin de ganar la compasión, evocar la compasión y así conseguir
algo del otro. Una característica con la que cuentan las personalidades
agresivas encubiertas, es el hecho que las personalidades menos hostiles y
crueles por lo general no pueden soportar el ver a alguien sufrir. Por lo
tanto, el método es simple. Convenza a su víctima que usted sufre de algún
modo, y ellos tratarán de aliviar su angustia.
Vilipendiando
a la Víctima.
Esta táctica es con frecuencia usada junto con la táctica
de desempeñar el papel de víctima. El agresor usa esta táctica para hacerlo
parecer que él sólo responde (es decir se defiende contra) la agresión de parte
de la víctima. Esto permite al agresor poner mejor a la víctima a la defensiva
y a su vez inculparlo.
Desempeñar
el Papel de Criado.
Los agresivos encubiertos usan esta táctica para encubrir
sus agendas egoístas bajo el aspecto de servicio a una causa más noble. Esto es
una táctica común, pero difícil de reconocer. Pretendiendo trabajar mucho en el
nombre de alguien más, los agresivos encubiertos ocultan su propia ambición,
deseo de poder, y búsqueda de una posición de dominio sobre otros.
Un escándalo reciente que envuelve a una tele-evangelista
causó que su iglesia lo censurara por un año. Pero él dijo a sus fieles que no
podía detener su ministerio porque él debía ser fiel a la voluntad del Señor
(Dios supuestamente se dirigió a él y le dijo que no se marchase). Este
ministro era claramente desafiante ante las autoridades establecidas de su
iglesia. Aun así, se presentó como una persona humildemente sumisa a las
autoridades "más altas". Un sello característico de las
personalidades encubiertas agresivas es que profesa en voz alta a el servilismo
y altruismo, al tiempo que luchan por el dominio.
Seducción.
Las personalidades encubiertas agresivas son expertas en
encantar, alabar, adular o de apoyar abiertamente a otros a fin de conseguir
bajar su defensa y rendir su confianza y lealtad. Los agresivos encubiertos son
también en particular conscientes de que la gente que es hasta cierto punto
emocionalmente necesitada y dependiente (esto incluye a la mayor parte de
personas que no tienen desórdenes de personalidad) quiere la aprobación,
tranquilidad, y más que nada, un sentido de ser valorado y necesitado.
Aparentar ser atento a estas necesidades, puede ser el boleto de un manipulador
para obtener un poder increíble sobre otros.
Proyectando la culpa (culpando a otros), las
personalidades agresivas siempre buscan un modo de cambiar la culpa por su
comportamiento agresivo. Los agresivos encubiertos no son sólo expertos
encontrando “cabeza de turco”, son
expertos en hacerlo en forma sutil, difícil de detectar.

Minimizar.
Esta táctica es una clase única de negación conectado con
la racionalización. Usando esta maniobra, el agresor intenta afirmar que su
comportamiento abusivo no es realmente tan dañino o irresponsable como alguien
podría reclamar. Esto es la tentativa del agresor de hacer convertir una
montaña en un hoyo de topo.
He presentado los principales métodos que usan los
agresivos encubiertos para manipular y controlar a otros. No son siempre
fáciles de reconocer. Aunque todas las personalidades agresivas tiendan a usar
estas tácticas, los agresivos encubiertos generalmente los usan hábilmente, de
manera sutil. Alguien tratando con una persona encubiertamente agresiva tendrá
que aumentar la sensibilidad de nivel visceral frente al uso de esta táctica si
quieren evitar ser sus víctimas.
Una de las formas de lograr comprender estas disfunciones
tanto en nosotros mismos como en otras personas es informándose y aprendiendo
los síntomas y los mecanismos de acción. Aunque nos cueste creer la mayoría de
los casos de personalidades abusivas y obsesivas surgen de heridas emocionales
causadas dentro de nuestras propias familias.
BIBLIOGRAFÍA.
- Fuente: Adaptación extracto "In Sheeps Clothing" (En Piel de Oveja), del psicólogo George Simon.
- Jaume Guinot - Psicoleg col·legiat 17674.
- Psicologia Granollers.
- Psicologia infantil- Psicologia adultos - Terapia de pareja- Psicopedagogía - Logopedia - Coaching -Sexología - Psicologia Forense.
- AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (APA). (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR. Barcelona: Masson.
Psic. María de los Ángeles J.C.
Comentarios
Publicar un comentario
Cualquier duda o aclaración, lo puedes dejar en la descripción de comentarios. Con gusto te responderé.