HABLANDO DE SEXUALIDAD INTELIGENTE...
Acceder a una vida sexual satisfactoria, no depende de
aspectos físicos, de apariencia o incluso habilidades de seducción
extraordinarias. Este es el cuento barato que nos han vendido las industrias
para tener un fondo monetario mucho más amplio. La realidad es que, todos
podemos desarrollar las capacidades y habilidades de una vida sexual plena.
La mayor parte de
nuestra vida gira en torno al sexo y a la estabilidad emocional, ya sea
de manera consciente o inconsciente. Independientemente de esta situación, en
la mayoría de los casos la sexualidad se traduce en frustración e
insatisfacción.
Existen múltiples estudios realizados al respecto, la
insatisfacción sexual se da por múltiples motivos que superan el 60%. Partiendo
de este porcentaje el 50% de los casos, las relaciones sexuales se perciben
como dolorosas, con problemas de disfuncionalidad eréctil, eyaculación precoz,
dolor pélvico hasta en el 35%.

¿Cuándo
podemos hablar de ausencia de inteligencia sexual?
Es importante especificar que la ausencia de sexualidad
inteligente, va de la mano primordialmente de la ignorancia y los prejuicios asociados
con mitos culturales y reforzados con las creencias religiosas. Para corregir
dichas deficiencias es necesario informarnos adecuadamente y de manera
científica. Es decir, leer libros, acudir a Centros de Salud, Centros de
Planificación Familiar, leer artículos, artículos en internet, o acudir con
profesionales especializados en Sexualidad humana, para aclarar dudas y
fomentar la buena práctica de la sexualidad inteligente. Ya que el no estar
informados, siempre nos lleva a la ignorancia, la información es poder, pero el
cómo saber utilizar esa información es un arma poderosa.

Por ejemplo, la forma como se manifiesta el orgasmo
femenino y masculino, es totalmente diferente. Mientras que para los hombres
llega a su máximo punto y a su finalización en la eyaculación, para la fémina
continua con el erotismo y las caricias tras finalizar el coito de ambos…si es
que se llega al mismo tiempo en pareja, ya que el mayor índice de quejas en
cuando a la sexualidad en pareja es la insatisfacción de que uno de los dos es
egoísta y ve por su propio placer.
La mayor parte de la población mundial, hablando ya a
escalas masivas, solo cierto porcentaje se da a la tarea de conocer su cuerpo,
la otra multitud no conocen realmente su cuerpo, para muchos otros les es
asqueroso o pecaminoso, e incluso un tabú hablar sobre el tema. Puede que no
tengan idea de cómo reacciona frente a determinados estímulos. Y al mismo
tiempo experimentan bloqueos de pudor para explorarse a sí mismos.

A la hora de practicar una sexualidad inteligente, es
primordial preguntarse acerca de qué nos gusta y que nos molesta en los actos
sexuales. Ya que, esto nos permitirá que se hagan notorias las fronteras de exploración
y experimentación erótica.
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También es importante que se incrementen
las habilidades para comunicarle a nuestro interlocutor o bien a nuestra pareja, ¿quiénes somos y qué queremos? La confianza y la buena comunicación son los
pilares de la inteligencia sexual entre pares y otros. Solo de esta manera se
puede llegar a acuerdos comunes y vivencias concertadas.
Un elemento esencial para acceder a la inteligencia
sexual eficaz, involucra la capacidad de conectarse con los demás. Hay que
tener disposición para desplegarse e interrelacionarse con otros. Esto incluye
hablar de la vida sexual personal con la pareja, comprender, ampliar nuestro
universo libidinal y erótico. Hay que ser sinceros y mostrarnos realmente como
somos sexualmente, esto nos llevará a una práctica de inteligencia sexual placentera.
El órgano más importante en la inteligencia sexual es el
cerebro. Por este motivo es primordial trabajar con la creatividad, apartarse
de los modelos impuestos excesivamente tradicionalistas, o crear expectativas sobre
la pareja si es que no se conocen bien, o no hay buena comunicación, esto
tiende a llevar al fracaso, es importante desnudar los cuerpos, sentimientos y
emociones para disfrutar mutuamente el uno al otro.

Otro factor muy importante es que, se debe tener muy en
claro que las relaciones sexuales no deben traducirse en relaciones de poder,
este es el principal factor que lleva a la insatisfacción sexual. Se trata del
placer de ambos, no de competitividad. Al actuar con poder y competitividad
solo se demuestran las carencias de la pareja, y refleja inmadurez psicosexual.
Es posible mejorar y dignificar nuestra inteligencia
sexual, siempre y cuando estemos dispuestos a aprender, indagar sobre nuestros
deseos y fantasías, a liberarnos de las cadenas que nos limitan como la
desconfianza y la culpa, también creo
importante, es encontrar una pareja que tengan la misma meta en común: buscar
el placer mutuo. La sexualidad inteligente se consigue a partir de la
elaboración de un manual improvisado construido entre dos. No basta con decir ≪ todo
vale≫, ni siguiendo al pie de la
letra las lecciones de libros como el Kama Sutra.
El equilibrio emocional sólo puede ser posible si se tramita por medio del respeto,
la responsabilidad y la sensibilidad.

Las relaciones sexuales del pasado, pudieron ser
experimentadas de manera negativa, sin embargo, no hay que dejarse arrastrar
por las falsas creencias; hay que estar atentos a no confundir sexualidad
inteligente con un espacio de expresión de carencias.
La sexualidad siempre será más saludable y placentera
cuando hay amor. Y cuando me refiero a amor en el sexo, no sólo hago referencia
a la relación en pareja. También implica al amor propio que es primordial, el
amor por la vida y el amor por la diversidad.
Autora:
María de los ángeles Jiménez Castellanos.

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